Nos han enseñado cómo se sobrevive en momentos de dificultad, contándonos una y otra vez en las largas sobremesas como superaron las rencillas en un país dividido por las ideologías y los colores, dejando entrever en su voz quebrada y en el brillo de sus ojos la rabia, el resentimiento y el coraje del pasado.
Narradores incansables en las noches de verano al fresco en las puertas de las casas de los pueblos o en los soportarles de una ciudad de provincias.
Los que han sobrevivido a los momentos de penuria comiendo tortas de harina de almorta, la generación de tener la despensa llena por si acaso.
Los que atravesaban los caminos para ir a las canteras a trabajar o a la fiesta del pueblo a bailar y relacionarse con los parroquianos, haciendo a pie varios kilómetros de ida y vuelta.
Mujeres y hombres que se divertían oyendo la radio y que cantaban las coplas de Antonio Molina, que acariciaban la libertad con las canciones de Serrat o Jarcha.
Los que se esforzaron para que sus hijos fueran a la Universidad, para que nuestros hijos, sus nietos y los jóvenes de este siglo se desarrollen y prosperen en la sociedad del bienestar, loas que han hecho posible que la generación de millennials nos faciliten ahora estar conectados a través de las nuevas tecnologías.
Los pioneros en ir a las aulas, licenciados en filosofía y letras, en pedagogía, peritos agrónomos, ingenieros, médicos, maestros, …, intelectuales que conversaban en los cafés convirtiéndose sin saberlo en los primeros tertulianos antecesores de los actuales programas de TV.
Mujeres y hombres de campo, pescadores de la almadraba, percebeiras, pastores, mineros, artesanos, comerciantes, bodegueros, albañiles, costureras, amas de casa, tantas y tantas almas
Mayores en experiencia, mayores en sabiduría, mayores en fortaleza.
Mayores ahora en riesgo, que nos saludan desde las ventanas de sus casas, en las residencias y nos enseñan carteles de quédate en casa, mayores sabios, mayores a los que queremos.
En 2019 la Fundación ATYME hizo una campaña de empoderamiento de los mayores, nuestro compromiso con ellos sigue vigente, además de velar por su salud han de tener protagonismo en el desarrollo de la pandemia, en cómo les afecta, escuchémosles, tengamos en cuentas sus opiniones.
Un gerontólogo comentaba en TV que hay que tener cuidado con la información que se está dando, de que el virus afecta más a los mayores, si bien en datos estadísticos parece ser cierto, pero podemos llegar a pensar que el virus solo afecta a los mayores y que de esta forma , se está fomentando la idea de que como los que se mueren son los “viejos”, se diluye la responsabilidad ciudadana en la cuarentena como si no fuera con el resto de la población.