Me han pedido desde la Fundación ATYME que escriba un artículo sobre mi experiencia como voluntaria, una gran experiencia, que me ha dado la oportunidad de estar en contacto con profesionales que tienen un gran conocimiento en mediación y una práctica durante décadas de trabajo en esta materia.
Me han parecido muy interesantes los estudios que llevan a cabo con el objetivo de conocer qué necesitan las personas para resolver sus conflictos manera amistosa, para que puedan continuar con sus vidas de la mejor manera posible, sin que el conflicto les paralice y puedan ver un futuro óptimo para su existencia.
La realización de este artículo está coincidiendo con una crisis sin precedentes en nuestro país, el famoso y temido Covid 19. Esta situación lo que ha sacado a relucir es la gran cantidad de VOLUNTARIOS que hay en España, desde el gran empresario, hasta el ama de casa que con sus conocimientos en costura realiza mascarillas, sin estos voluntarios en mayúscula, la situación hubiese sido mucho más dramática y sobre todo mucho más dura de soportar.
Me consta, que desde la Fundación ATYME se ha enviado constantemente mensajes de ayuda para todas aquellas personas que se encuentran confinadas en sus casas y están sufriendo situaciones conflictivas, con el fin de que se pongan en contacto con ellos y puedan ayudarles a solucionar sus problemas.
España se ha caracterizado por su solidaridad, estos últimos años esta labor voluntaria y desinteresada de miles de personas anónimas, no ha tenido la repercusión social merecida. Desconozco el motivo por el que se ha producido esto. Da la sensación de que solo se ha querido reflejar en los medios de comunicación la parte negativa de la sociedad, obviando en muchos casos, salvo excepciones, la gran labor humanitaria que realizan los voluntarios en nuestro país. Es como si se quisiese instalar en la memoria colectiva de nuestra sociedad un mensaje que no dé pie a la esperanza y a la bondad.
Espero que esta situación cambie y que a partir de ahora sea también noticia los actos realizados por personas desinteresadas que, sin proponérselo, consiguen que vivamos en un mundo mejor.
Me gustaría aprovechar para hacer una mención especial para la gente que por responsabilidad laboral y personal se ha convertido en HÉROES para todos nosotros. Han conseguido sobreponerse al miedo y a la desesperanza para continuar con su labor.
A todos los VOLUNTARIOS y HÉROES mi más sincera gratitud. Gracias por estar ahí siempre que se os necesita y espero que el futuro sea fructífero y dichoso para todos vosotros y vuestras familias, en el supuesto de que hayáis perdido la vida en el camino.
